Otra tendencia relacionada con la transformación demográfica es el aumento creciente en la proporción de adultos mayores que permanecen activos profesionalmente. Este fenómeno responde principalmente a dos factores: el aumento en la esperanza de vida, que permite a las personas mantenerse saludables y productivas por más tiempo; y la necesidad económica de prolongar la vida laboral. Además, en algunas industrias se ha comenzado a promover una retención activa de trabajadores mayores, debido a la dificultad para encontrar jóvenes con las habilidades técnicas requeridas (McKinsey, 2024).
Como muestra de lo anterior, en Estados Unidos por ejemplo, la participación laboral de personas mayores de 65 años pasó del 11% en 1987 al 19% en 2023 (Pew Research, 2023). En Chile, esta misma dinámica se ha manifestado con fuerza. La cantidad de trabajadores mayores de 65 años creció de 270 mil en 2010 a 570 mil en 2024, lo que elevó su tasa de participación laboral del 3,8% al 6,1% en este periodo. Esto se revela de forma clara en el siguiente gráfico:
Este envejecimiento de la fuerza laboral presenta desafíos importantes para las organizaciones, que deben adaptarse a las necesidades específicas de trabajadores de mayor edad. Esto incluye diseñar espacios de trabajo diferentes, ofrecer horarios flexibles y facilitar la transferencia de conocimientos entre generaciones.
Al mismo tiempo, esta transformación también ha dado paso a iniciativas que revalorizan el aporte de los adultos mayores. Un ejemplo llamativo es el equipo de e-sports «Silver Snipers», compuesto por jugadores mayores de 60 años que compiten en torneos internacionales de Counter-Strike, desafiando estereotipos sobre las capacidades digitales de las personas mayores (The Verge, 2017).